PRINCIPIO DE CAUSA-EFECTO: TODA CAUSA TIENE SU EFECTO; TODO EFECTO TIENE SU CAUSA; TODO SUCEDE DE ACUERDO CON LA LEY; LA SUERTE NO ES MÁS QUE EL NOMBRE QUE SE LE DA A UNA LEY NO CONOCIDA; HAY MUCHOS PLANOS DE CASUALIDAD, PERO NADA ESCAPA A LA LEY
Este principio o ley es de los más conocidos. Es una ley que lo trasciende todo, que va más allá de esta y otras vidas. Esta ley te dice que absolutamente nada sucede por azar, esta ley te dice que no existe la casualidad sino la CAUSALIDAD. Nada en el Universo es casual, todo está perfectamente organizado y calculado. Es agradable pensar que todo lo bueno que nos ocurre es el producto de nuestras buenas acciones; pero por el contrario, nos cuesta aceptar que las situaciones negativas que se nos presentan también las hemos creado. Es más fácil hecharle la culpa al destino o a otras personas que aquello que la vida nos devuelve en desgracias que admitir que nosotros hemos tenido algo que ver. Somos seres dotados de libre albedrío, es decir, tenemos la libertad de acción en nuestra vida. De nosotros depende saber utilizarla en nuestro favor o en nuestra contra. Si tienes pensamientos oscuros, deprimentes, tristes, o todo lo ves mal, entonces recogerás todo eso que has pensado. Sin embargo, si piensas en positivo, en amor, en alegría de vivir, recogerás también todo lo que has pensado. Luego, hay que tener mucho cuidado con nuestras palabras, actos y pensamientos, porque ellos son siempre los que originan esas causas que después nos traerán una serie de consecuencias. Se llama "karma" a la deuda que tenemos con nuestro destino y "dharma" a la recompensa que recibimos por nuestras buenas obras del pasado. Esta ley se aprende a través del "ojo por ojo y diente por diente". Para curar ese karma negativo, lo mejor es sufrir en nosotros mismos el daño que hicimos para poder aprender y no volverlo a hacer, a no ser que se desee volver a sufrir.